domingo, 18 de septiembre de 2011

DE PORQUÉ CANTAMOS

Empezar por el principio a ver si nos entendemos.

Tomado de "Versos Insurgentes".



Estos poetas disparan versos porque guerreros son. Bajan de Marquetalia y de Guazapa, de la sierra peruana y de Falcón, para abrazar con sus versos insumisos y rebeldes a los humildes de Nuestra América. Son verbo, plomo y amor las municiones ardientes de sus repletas cartucheras. Se reunieron para entonar en estas hojas la sinfonía de los pueblos, que anhelamos: la del sueño de Bolívar y de nuestros próceres, la de la unidad y la justicia. Con el alma cruzada de cananas soplan la flama de la esperanza y de la lucha.


De la clandestinidad y despues

Ahora es poco
lo que se puede decir
pero ya veremos
dentro de algunos años.
Cuando levantemos las últimas palabras.
Se creen fuertes, mujer
porque nos han estado
pisando la cabeza
todos estos siglos
pero ya meteremos a dios en cintura
y romperemos las rodillas
del viejo ladrón.
Ahora vamos despacio
pero ya veremos
cuando levantemos la vara de medir
y seamos más altos.

Paul del Río*
(* Nacido en la ciudad de la Habana en 1943, de padres combatientes antifascistas en la guerra civil española. Militante del MIR en 1960 y miembro de las FALN. Preso político en la cárcel Modelo de Caracas, Penitenciaria de Trujillo y Cuartel San Carlos. combatiente internacionalista en el Frente Sur del FSLN en Nicaragua. Artista plástico, poeta casero).


DE PORQUÉ CANTAMOS




"La poesía es parte contendiente. Es fuego moral y munición en el combate de los pueblos por su dignidad".

Cantamos, digo cantamos los poetas y los cantores y todos lo que tenemos voz y la hacemos sentir... cantamos porque no nos queda más remedio qué empuñar la palabra como nuestra arma predilecta, la única que siembra vida a pesar de todo.
Estas líneas sencillas tienen que ver con la necesaria aclaratoria del por qué hacemos las cosas; resulta que en estas calles nuestras plenas de pies descalzos, estomagos vacios, coca-cola, vallas publicitarias, silicone y smog nos vamos automatizando, y poco a poco dejamos la posibilidad de humanizarnos en la cola de 6 de la tarde, o en el vagón de metro a las 7 de la mañana. Hay gente que no sabe cómo bailar, no sabe ensuciarse, le preocupa la hora, andan en sus carros con los vidrios siempre arriba y los bolsillos temerosos... viviendo en la mediocridad se consumen exitencias miles, triste muy triste. Otras se consumen en las esquinas, y otras se las consumen a punta de bombas por intereses mezquinos de unos cuantos (y si hablamos de Libia e Iraq nos seguimos quedando cortos), ante eso, ante la imposibilidad de algun@s de soñar limpio, o de "cantar como un pajarito, ese si canta bonito" nostros escribimos, gritamos, cantamos y accionamos la palabra como nuestra mejor forma de lucha.
El poema trinchera se vuelve la única posibilidad de transgresión, hacemos uso legitimo de la violencia a todo riesgo y contra todo pronóstico. El guerrillero, ese poeta del fusil, empuña también el lápiz para cambiar el mundo que pelea, el otro/la otra, nosotr@s lo hacemos por razones similares, aunque desde las comodidades de la autoría. Esta aclaratoria se hace pensando en aquel que en su jaula sigue cantando, porque le acompañamos el canto y cantamos por su libertad, que es la libertad que defendemos, pero también se hace en nombre de estos poetas que escriben por aqui y de los que callan por allá; pues no creemos que sea posible la poesía si no se hace en nombre de ESTA vida que nos toco vivir, que las Cadena-s vivan en eterna derrota, ese es su problema de clase, nosotr@s viviremos del canto por la Revolucón, que es la única libertad posible para VIVIR, del canto proletario con o sin estilo.



Cantamos porque no sabemos hacer otra cosa. Cantamos en los silencios de los presos de su propia ambición, y de los presos de este sistema de miseria y mansedumbre; cantamos en nombre de los camaradas que jamás han callado, y que no callarán.
Patricia.

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